Falleció el montenegrino más longevo


Dušan Stojović, el montenegrino que más años vivió

Dušan Stojoviċ, el hombre que vivió en tres siglos, falleció a los 108 años. Pertenecía al clan de los Bjelopavlići.
Nació en Montenegro el 22 de febrero de 1900, pero en un reportaje que le fue realizado en un periódico un tiempo atrás, dijo que pudo haber sido antes, porque según lo que le contaron sus padres, lo anotaron cuando ya caminaba, pero esa fecha consta en su fe de bautismo.
Vivió rodeado del cariño y cuidado de su numerosa descendencia, y los que lo frecuentaban decían que no aparentaba más de 80 años, que ya sus piernas no le obedecían como él hubiera deseado, perdió la visión de un ojo en una operación de cataratas, pero igual lucía constantemente con carácter alegre, amigo de las bromas, y de una lucidez extraordinaria.
A las preguntas del periodista, respondió que sobre su cabeza pasaron todas las guerras del siglo XX, que conoció el encierro de las cárceles austrohúngaras e italianas y tuvo que realizar trabajos forzados durante 2 años. Además habló sobre los avatares de su vida, que no le fue fácil y a modo de charla, dijo que de todas maneras, es preferible ésta, que ya conoce, y no la otra que le espera y está por verse.
También contó que fallecieron tres de sus hermanos antes que él naciera. “En nuestra casa se instaló la tuberculosis”, dijo. Cuando aún era un niño falleció en la Guerra Balcánica su hermano Jakov.
Su padre Rade falleció a raíz de graves heridas en la cara que recibió en la guerra contra los turcos, que nunca sanaron y le producían tormentos terribles. Su madre Njegosava falleció cuando contaba muchísimos años en su haber.
Pero de todos, la ausencia de su esposa Stanka fue la más dolorosa.”Es muy triste para un hombre llegar a la vejez y no tener su compañera al lado”, dijo.
Dušan y Stanka tuvieron ocho hijos, todos tienen sus familias, uno de ellos, Tomás, vive en Chicago, Ana es soltera y se dedica a su cuidado.
Entre nietos y bisnietos suman cuarenta.
Su mayor deseo es que estuvieran todos juntos, pero están dispersos por el mundo, “pero lo más importante es que están bien y gozan de salud”, dijo.
A modo de despedida le dijo al periodista: “si este fuera el momento, diría, parto satisfecho y con el corazón lleno. Siempre pensé en ese momento, a mis hijos y nietos no les dejo nada más que mi honradez, nada de lo que los avergüence de mí.”
“Sabes hijo: todo lo que hiciste, lo que te esforzaste, lo que realizaste y los bienes materiales que conseguiste cuando llegan al final del camino, todo se desvanece ante dos palabras: bueno o malo.” Dichosos los que al realizar el balance de su vida, le da positivo lo bueno.





Traducción: Catalina Milovich .

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